¿Cuántos de vosotros habéis tenido la oportunidad de comprar un caballo? ¿Y habéis ido a probarlos a diferentes centros o países?
¡Qué emoción siente uno cuando tiene esa experiencia!
Hoy vamos a ver qué hay que tener en cuenta cuando vas a probar caballos y cuál es la mejor manera de hacerlo.
1. Definir el perfil de caballo que necesitas
Saber lo que quieres y lo que re va bien te ayudará a hacer más fácil tu búsqueda. Es importante que definas tu presupuesto, las razas de caballos que te interesan, tus preferencias en altura, género, edad, etc.
Tener una idea definida te ayudará a tener mayor claridad a la hora de encontrar y probar caballos.
2. Empezar la búsqueda
Hay múltiples opciones para comprar caballos: A través de agentes, profesionales, jinetes e incluso subastas. Uno de los factores a tener en cuenta es la
credibilidad y transparencia del centro o profesional al que vayas a ir a probar los caballos.
Ya es suficientemente estresante comprar caballos, así que asegúrate de que el lugar te inspire confianza y que sean lo más transparentes posible, ayudándote a encontrar el caballo adecuado para ti, no para su bolsillo.
3. Tráete a alguien contigo
No dudes en traer a una persona contigo, ya sea tu entrenador, tu jinete o un amigo, alguien en quien confíes plenamente y que pueda darte su opinión y apoyo mientras pruebas diferentes caballos. Si no es posible, siempre puedes recurrir a hacer videollamadas.
4. Una vez en el centro
Haz tantas preguntas como sea necesario. No te vayas sin resolver todas tus dudas.
Palpa al caballo y asegúrate de que no haya bultos extraños, deformaciones, cicatrices o heridas. Si encuentras algunos, pregunta cómo han sido causados. A veces no son importantes, pero tener una explicación clara puede ayudarte a tomar una decisión.
Observa su comportamiento: estate atento cuando preparen al caballo, cuando le pongan la montura, los protectores, la brida, y haz lo mismo durante la monta. Observa la actitud del caballo cuando entra a la pista, cuando se montan, durante la monta, etc.
Es totalmente normal que el jinete que entrena al caballo se monte primero para enseñártelo. Debes poder verlo primero desde el suelo para asegurarte de que podría encajar contigo. No te sientas nunca obligado a ser el primero en subirte al caballo.
Tampoco te sientas forzado a probar un caballo que no cumpla tus expectativas, o que no sientas que sea adecuado para ti.
Si decides montarlo, concéntrate en ti y en el caballo. Has venido a probarlo, no a demostrar nada. No te pongas presión y busca respuestas durante la monta. ¿Se deja montar? ¿Cómo es su carácter? ¿Lo notas relajado o tenso? ¿Es su nivel de monta el que necesitas?
5. Papeles
Una vez hayas terminado de montar y si te ha gustado el caballo, puedes pedir sus papeles y pasaporte para comprobar que todo está en regla. Pasa tiempo en el suelo, conociendo su carácter y observa si su manejo es adecuado para ti.
Al fin y al cabo, esta debería ser una experiencia emocionante. Deberías sentir que puedes hacer todas las preguntas necesarias y que haya una clara transparencia y comunicación.
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