Cuidar de forma correcta nuestro equipo es algo fundamental, tanto para nuestra seguridad como para la del propio caballo. Los arreos que no se adaptan bien, sucios o gastados no solo son incómodos para el caballo, sin que constituyen un gran riesgo para el jinete; así pues, debemos limpiar y revisar las guarniciones con regularidad. . Todo es importante en este deporte, y la limpieza siempre va ligada a seguridad. Además, cuando cuidas tu equipo dura más tiempo y aumenta el valor de segunda mano.
El cuero es la piel de los animales, y al igual que la piel humana es necesario limpiarlo para eliminar la suciedad (polvo, sudor seco, tierra...) y permitir así que la materia grasa penetre en el cuero y lo nutra en profundidad.
El cuidado completo de los cueros requiere 3 grandes pasos:
1. Limpiar el material
2. Hidratar la superficie
3. Hidratar en profundidad y proteger el cuero
1. LIMPIAR EL MATERIAL
Para una limpieza en profundidad, deberás pasarle una esponja limpia y enjuagada con agua templada. Asegúrate que está bien escurrida para aplicarle jaboncillo, el primer producto que debemos aplicarle al cuero para eliminar restos de suciedad.
· No es necesario hacer espuma con el jabón.
· Tampoco es necesario aclarar, basta con dejar secar a temperatura ambiente y lejos del sol.
Una vez escurrida debemos impregnarla de jaboncillo. Lo encontraremos en spray o bien en barra. Si aplicamos el spray debemos esparcirlo directamente sobre el cuero con mucho cuidado para no usar demasiado y frotar bien con la esponja.
Si usamos jaboncillo en barra, debemos pasar varias veces la esponja limpia en la barra para impregnarla bien del producto y frotaremos todas las partes del cuero. Acabaremos el proceso limpiando con un trapo limpio y seco. En áreas muy sucias dejar reposar el jaboncillo limpiador durante 5 minutos antes de aplicar el trapo para sacarle brillo al cuero y acabar de limpiarlo correctamente.
2. HIDRATAR LA SUPERFICIE
Este paso solo es aplicable a los cueros secos, quebradizos o cueros nuevos. Debes hidratar en profundidad todas las cabezadas de cuadra y monturas que adquieras de nuevo para mantenerlas bien cuidadas. El aceite de pata de buey, o aceite de almendras dulces son perfectos para los cueros secos y quebradizos. Permite nutrir el cuero en profundidad para conservar su elasticidad. También lo protege de las abrasiones externas (arena, polvo). Se recomienda usar un pincel, ya que de esta manera se extiende el aceite más fácilmente.
Para tu seguridad, ve con cuidado y no apliques aceite al asiento de la silla. Podrías tener una sorpresa desagradable: un pantalón sucio y una silla resbaladiza.
3. HIDRATAR EN PROFUNDIDAD Y PROTEGER EL CUERO
La grasa es ideal para un cuidado completo del cuero. Protege la superficie del cuero y lo nutre en profundidad. No puedes usar la misma esponja para aplicar el jaboncillo y la grasa indistintamente, ya que la esponja con la que aplicas la grasa tendrá ya siempre restos de grasa y no te servirá para la limpieza con el jaboncillo. Cuidado con aplicar demasiada grasa, ya que podrías reblandecer la piel. Sea cual sea la materia grasa que apliques, retira siempre el exceso de grasa con un trapo suave. Si usas aceite de pata de buey (muy común para el mantenimiento de los cueros) se te irá oscureciendo el cuero que originalmente es de color marrón clarito, ya que poco a poco lo va tiñendo marrón oscuro.
En cambio si queremos darle al cuero un aire envejecido y además queremos cuidarlo y que te dure muchos años puedes aplicarle un producto muy económico y muy conocido:
NIVEA en lata azul. Es un gran hidratante no excesivamente graso que no mancha, verás que se oscurece y envejece.
Para un cuidado completo, aplica grasa, como mínimo una vez al mes (todo depende del uso que hagas), sobre el cuero limpio. Frotando con esta esponja quitaremos toda grasa, sudor, mugre, polvo y toda clase de suciedad del cuero.
Podeis tambien mirar este video estupendo de Ageuda para mas consejos sobre el cuidado y limpieza de material.
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